viernes, 22 de mayo de 2015

JUSTIFICACIÓN DEL SPOT PROMOCIONAL Y DEL CARTEL COMO SOPORTES PARA TRABAJAR CON NIÑOS DE PRIMARIA EL TEMA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO.

En la anterior entrada, comenté que explicaría el porqué de la elección de un spot promocional y de un cartel, como actividades a desarrollar, con alumnos de 6º de Primaria, en la presentación de nuestro proyecto grupal contra la violencia de género.

EL SPOT PROMOCIONAL

Hemos seleccionado el spot promocional para el proyecto porque de lo que se trata, es de hacer una actividad completamente diferente a las que los niños están acostumbrados. Creemos que se consigue por su parte un alto grado de atención e interés, lo que previsiblemente hace que se involucren mucho más. Esto contribuye a lograr el objetivo fundamental de la actividad: que desde una edad temprana se sensibilicen con la violencia de género. Por otra parte, se trata de un soporte que trabaja la imagen y las tecnologías de la información y la comunicación (y que, por tanto, forma parte de la expresión plástica) con una intención comunicativa.

El tipo de spot promocional que hemos elegido es el de una historia breve que refleja una situación de la vida real por medio de “actores” que interpretan a personas comunes (dramatizaciones), que padecen un problema personal. Con esta historia se trata de emocionar, de remover los sentimientos del espectador o, al menos, de no dejarle indiferente.

El ámbito en el que se difunde habitualmente el spot promocional son los medios audiovisuales: televisión, cine e Internet fundamentalmente, pero este está pensado para ser difundido en centros educativos como parte del proyecto que presentamos.

Por otro lado, creemos que el spot que hemos preparado gusta mucho a los niños porque se sale de lo común. Normalmente, la publicidad dirigida a niños refuerza su concepción del mundo como un lugar feliz, sin problemas, y lo hace a través de varios recursos: la presentación de escenarios y personajes estereotipados que subrayan este concepto de felicidad, músicas alegres repetitivas, reiteración de los mensajes… Nuestro spot desmonta un poco esta idea y persigue, en este sentido, llamar mucho la atención. Se sabe por los estudios publicitarios que los niños son especialmente sensibles a la publicidad en general. Se ha llegado a decir incluso que el niño es tan vulnerable que está indefenso ante su efecto. Este axioma, que puede ser interpretado en sentido negativo, se convierte en positivo cuando nos encontramos ante un mensaje de concienciación y sensibilización social como es la prevención de la violencia de género.

EL CARTEL

He indicado la pertinencia de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación para este proyecto y, en concreto, en la actividad anterior. Sin embargo, no podemos olvidar que siguen siendo importantes algunos soportes tradicionales por su gran eficacia comunicativa. Entre estos soportes nos resulta especialmente válido, para trabajar con niños de 11-12 años, el cartel. Este admite una diversidad de materiales (papel, cartón, tela, plástico…) y en él aparecen interrelacionados la imagen y el texto, con todas sus posibilidades. Utiliza, por tanto, el arte con una finalidad publicitaria, propagandística o, como en este caso, promocional.

En España, Bori y Gardó, definen el cartel del siguiente modo:

“El cartel es un grito en la pared que actúa sobre la multitud por sugestión y, como el tiempo de exposición es muy limitado, debe producir una impresión viva, penetrante, que hiera la imaginación del espectador y, a la vez, su concepción e idea deben ser tan simplificadas que baste una ojeada para darse cuenta de su significado”.

Es por esto, precisamente, que el cartel ha sido incluido en esta unidad didáctica en la que se trabaja el expresionismo ya que, a pesar de su variedad estilística, son cuantiosas y conmovedoras las manifestaciones expresionistas en el cartelismo, cuyo origen se encuentra en las vanguardias del s. XX., siendo El grito de Edvard Munch, la obra que lo internacionalizó.

El tipo de cartel que hemos seleccionado es el que se conoce como cartel educativo que apela a valores como la tolerancia, el orden, la amenaza, la sugestión, el testimonio, la denuncia o la simple argumentación, cuyo fin es el progreso social. Por ello, puede transformarse en un valor en sí mismo.

Las técnicas a utilizar son las siguientes: perspectiva y proporciones modificadas, en función de los sentimientos; uso arbitrario y llamativo del color y empleo de ángulos y líneas quebradas en función de la intencionalidad.

Contra la violencia de género, en internet podemos encontrar infinidad de carteles, aquí recojo algunos de los que más han llamado mi atención.





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