domingo, 19 de abril de 2015

CLAUDE MONET (1840-1926) CONTADO A LOS NIÑOS

Claude Monet es un pintor francés que nació en el S.XIX y uno de los creadores del movimiento impresionista que vimos en la entrada anterior. Es, por tanto, uno de los pintores que se alejaron de los cánones de pintura establecidos para pintar con libertad lo que quisiera.

Pintando exteriores

Cuando Monet era joven, salía a pintar al campo. En aquella época, la mayoría de los artistas pintaban en exteriores sólo el esbozo y luego lo perfeccionaban en el estudio. Monet rompió ese esquema. Él era diferente a los demás y terminaba sus obras al aire libre, para conseguir dotarlas de un aire fresco y vivo.
 
Impresión: amanecer, 1872

A Monet y a otros pintores se les llamó “impresionistas” debido al título de esta obra. Hoy es muy admirada y reconocida,  pero en aquel entonces, muchos se burlaban de la forma en que la pintó. Claude no copió exactamente el puerto como lo veía, sino la impresión que le producía.

Vida en familia

Monet tuvo con su primera mujer, Camille, dos hijos. La familia compartía una casa en Vétheuil, cerca de París, con otro matrimonio y sus seis hijos. Tras la muerte de Camille, las dos familias se fueron a Giverny. Allí murió el marido, tras lo cual Claude y Alice se casaron. En esta localidad pintó Monet sus obras más famosas. Al principio, no pudo ganarse la vida con su trabajo y sufrió la pobreza durante años, pero después tuvo gran éxito y aceptación.

Barca en Giverny, 1887


Tres de las hijas de Alice hicieron de modelo para esta escena de pesca. Monet estaba fascinado por sus reflejos en el río. Los vivos rosas de los vestidos de las chicas contrastan con los verdes y azules oscuros del agua.

Campo y costa

Además de pintar cerca de su casa en Giverny y retratar la campiña francesa, Monet salía de excursión a las costas del norte de Francia y a las del Mediterráneo. Con frecuencia, trabajaba en más de una pintura a la vez, porque trataba de demostrar que, al aire libre, van cambiando la luz y el tiempo, y que ello se podía reflejar en un cuadro.

Los cuatro árboles, 1891


Monet pintó este paisaje desde una barca en el río. Desde donde estaba pintando no podían verse las copas de los árboles, por eso parece que están cortadas.

En la ciudad

Aunque su preferida era la naturaleza, Monet iba con frecuencia a pintar a la ciudad los edificios y las bulliciosas calles. Estuvo en Venecia y en Londres, donde pintó el efecto de la niebla sobre los edificios. En Ruán, cerca de París, llegó a pintar más de treinta cuadros sobre la fachada de la catedral.

El Parlamento de Londres, 1904


En Londres, Monet estaba fascinado por el reflejo del Parlamento en el río Támesis. Los colores cálidos  dotan al cuadro de una impresión de tranquilidad.


Pórtico de la Catedral de Ruán, 1894


Monet pintó varios lienzos a la vez. Pasaba de uno a otro intentando captar los cambios de luz y su efecto sobre el pórtico de la catedral de Ruán.


Rue Montorgueil, 1878


En este cuadro pintado en París, Claude utilizó rayas y gotas de pintura para dar la impresión de que las banderas se movían.

El jardín de Giverny

Otra cosa que le apasionaba a Monet era la jardinería. Su jardín estaba lleno de flores preciosas. Compró un terreno pantanoso más allá del jardín y lo convirtió en un estanque en el que plantó exóticos nenúfares. Buena parte de sus últimos treinta años, los pasó pintando su jardín acuático.

Nenúfares: mañana (1917-1926)


Claude pintó los reflejos del cielo y de las nubes en el estanque. Tenía contratados varios jardineros para que mantuvieran el agua limpia con el fin de que los reflejos fueran tan claros como el cristal.









Hubo muchos artistas que retrataron a Monet. Él no pintó un autorretrato hasta los 77 años, cuando su vista empezó a fallarle, pero aún así siguió pintando.


En la próxima entrada, Vincent van Gogh.


Fuente: ARMSTRONG, Carole (2004). Monet. Vamos a pegar mis cuadros. Barcelona: Ediciones Serres.


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