EXPOSICIÓN DE RAOUL DUFY EN EL MUSEO
THYSSEN-BORNEMISZA
Hasta el 17 de
mayo puede admirarse, en el Museo Thyssen-Birnemisza, una extensa muestra de la
prolífica carrera artística (de algo más de medio siglo) del pintor francés Raoul Dufy. La exposición
recoge 93 obras procedentes de distintas colecciones privadas y museos de todo
el mundo como la Tate Gallery de Londres, la National Gallery de Whasington o
el Centre Pompidou de París. Se trata de una selección principalmente de óleos,
pero también de acuarelas, dibujos, y diseños realizados en tela y cerámicas.
La presencia de
la obra de Raoul Dufy en España ha sido muy escasa, pero en los últimos años
(en 2003 se cumplió el 50 aniversario de su muerte) está siendo revalorizada. Durante
mucho tiempo se le ha considerado un pintor frívolo, hedonista, de temáticas
banales y populares y ahora el Museo Thyssen quiere hacerle justicia, dedicándole
una amplia retrospectiva en la que se muestra su pintura más introspectiva y
reflexiva.
Su obra resulta difícil de definir porque son tantas las fuentes en las que se inspira,
tantas las influencias y deudas, tantos los pintores a los que admira. Aunque
la adhesión de Dufy al fauvismo fue breve (entre 1905 y 1908), se le ha
encasillado dentro de este movimiento, quizás porque derivó en él después de
una etapa impresionista y postimpresionista, y porque los colores vivos y fuertes
siguieron presentes en su trayectoria posterior. Su pintura más idiosincrásica
es la que realizó en sus últimos treinta años, a partir de 1919, caracterizada
por una asociación entre el dibujo, la luz y el color y destinada a la
exhaltación de la gente, la ciudad y la naturaleza. Además de pintor, fue
también grabador, ilustrador de libros (ilustró el famoso Bestiario de
Apollinaire), decorador teatral y de interiores privados y muralista. Durante
cerca de dos décadas pintó telas, tapicerías, vestidos y objetos de cerámica.
La muestra que
se expone en el Museo Thyssen-Birnemisza hasta el 17 de mayo está estructurada en cuatro apartados,
siguiendo un recorrido cronológico que recoge la evolución del artista.
1.- Sus primeros pasos (Del
impresionismo al fauvismo)
2.- Acercamiento al cubismo de la mano de Cézanne (Período constructivo)
3.- Sus creaciones realizadas en tela y cerámicas (Decoraciones)
4.- Etapa de madurez (La luz de
los colores)
El mercado de pescado, Marsella, 1903 |
Plataforma marítima del casino Marie-Christine, Sainte Adresse, 1906 |
La pequeña palmera, 1907 |
El pavo real (ilustración del Bestiario de Apollinaire), 1910 |
El campo de trigo, 1929 |
En las carreras, 1930 |
Naturaleza muerta con violín, Homenaje a Bach, 1952 |
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