viernes, 3 de abril de 2015


EXPOSICIÓN DE RAOUL DUFY EN EL MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA

Hasta el 17 de mayo puede admirarse, en el Museo Thyssen-Birnemisza, una extensa muestra de la prolífica carrera artística (de algo más de medio siglo) del pintor francés Raoul Dufy. La exposición recoge 93 obras procedentes de distintas colecciones privadas y museos de todo el mundo como la Tate Gallery de Londres, la National Gallery de Whasington o el Centre Pompidou de París. Se trata de una selección principalmente de óleos, pero también de acuarelas, dibujos, y diseños realizados en tela y cerámicas.

La presencia de la obra de Raoul Dufy en España ha sido muy escasa, pero en los últimos años (en 2003 se cumplió el 50 aniversario de su muerte) está siendo revalorizada. Durante mucho tiempo se le ha considerado un pintor frívolo, hedonista, de temáticas banales y populares y ahora el Museo Thyssen quiere hacerle justicia, dedicándole una amplia retrospectiva en la que se muestra su pintura más introspectiva y reflexiva.

Su obra resulta difícil de definir porque son tantas las fuentes en las que se inspira, tantas las influencias y deudas, tantos los pintores a los que admira. Aunque la adhesión de Dufy al fauvismo fue breve (entre 1905 y 1908), se le ha encasillado dentro de este movimiento, quizás porque derivó en él después de una etapa impresionista y postimpresionista, y porque los colores vivos y fuertes siguieron presentes en su trayectoria posterior. Su pintura más idiosincrásica es la que realizó en sus últimos treinta años, a partir de 1919, caracterizada por una asociación entre el dibujo, la luz y el color y destinada a la exhaltación de la gente, la ciudad y la naturaleza. Además de pintor, fue también grabador, ilustrador de libros (ilustró el famoso Bestiario de Apollinaire), decorador teatral y de interiores privados y muralista. Durante cerca de dos décadas pintó telas, tapicerías, vestidos y objetos de cerámica.

La muestra que se expone en el Museo Thyssen-Birnemisza hasta el 17 de mayo está estructurada en cuatro apartados, siguiendo un recorrido cronológico que recoge la evolución del artista.

1.- Sus primeros pasos (Del impresionismo al fauvismo)
2.- Acercamiento al cubismo de la mano de Cézanne (Período constructivo)
3.- Sus creaciones realizadas en tela y cerámicas (Decoraciones)
4.- Etapa de madurez (La luz de los colores)

El mercado de pescado, Marsella, 1903

Plataforma marítima del casino Marie-Christine, Sainte Adresse, 1906

La pequeña palmera, 1907

El pavo real (ilustración del Bestiario de Apollinaire), 1910

El campo de trigo, 1929

En las carreras, 1930

Naturaleza muerta con violín, Homenaje a Bach, 1952



No hay comentarios:

Publicar un comentario